viernes, 8 de noviembre de 2019

LA LEGITIMACIÓN DEL PODER … POR LA GRACIA DE “EL VOTO” …


Ante el voto … pienso: Toda producción está ligada a un consumo …


LA “EMPRESA POLÍTICA” EXISTE PORQUE UNA POBLACIÓN DEMANDA SU SERVICIO … un servicio que no está ligado a las puras reglas del mercado, o al menos no se regula por los mismos criterios … en cuanto que está altamente subvencionada y sobreestimada su producción de tal modo que, en cierto modo, incurre en fraude en cuanto al rendimiento de sus resultados … pero donde en su lucha por su competitividad se dan acuerdos tácitos entre ellos dentro del sector, para "mantener los precios al margen" de los clientes-consumidores.


Existen criterios un tanto sospechosos … un grupo político podría ganar el gobierno, bien porque obtiene el número de escaños necesario o mediante una coalición entre sectores que sumaran los escaños necesarios para disponer de la mayoría de gobernabilidad. Pero aun así no disponer de los cuadros técnicos para desarrollar su política … es el caso de “Ciudadanos” o “Vox”, en la Junta de Andalucía, donde han copado las cabezas, pero carecen de esos cuadros de desarrollo a nivel, al menos provincial. Gobernar no es solo mandar … (recordemos el dicho de: “haz las leyes que yo haré los reglamentos) así que están gobernando en apariencia … bajo mínimos … Esto mismo podría ocurrir con el grupo de Unidas-Podemos, … lo planteo …




LA LEGITIMACIÓN DEL PODER … POR LA GRACIA DE “EL VOTO” … aquellos que gobiernan llegan a sentirse investidos de legitimación no por el honrado cumplimiento de las leyes, sino que saltándolas o alterándolas, se creen justificados por esa MAYORÍA obtenible que le exculpe. Reconociendo incurrir en una conducta moral inmadura e infantil, lo que en moral se entiende por Conciencia Moral Externa, donde resulta SER DELITO, SI CONTRARIO A LAS LEYES, TE PILLAN-condenan. Y aquí se observa el crecimiento de esa urdimbre marañosa que se teje a esos niveles de la política … de ciertas cotas de poder, para enmascarar esos delitos.   

Pero el voto no tiene por qué interferir/impedir la valoración justa de la práctica del gobierno. Una cosa es la votación-elección y otra la evaluación de los resultados y si la misma evaluación detectara delitos. El PUEBLO QUE VOTA no dispone de todos los elementos de juicio, ni las garantías para de por sí, revocar las praxis erróneas y tóxicas. El pueblo por si no tiene poder para juzgar ni tiene medios para ejecutar … el pueblo resulta ser “un convidado de piedra”.

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