“Entonces”
Nacía entre las
piernas de mi madre, a las claras del día, cuando se colaba la luz por la
ventana, casi cerrados los contraluces. En aquella habitación grande que
lindaba con la calle, de paredes blancas y de techo alto con artesonado de
vigas de madera. Tras la noche de espera, de manos de Maruchi, la comadrona del
pueblo, llegaba a este mundo. Sí, entonces, en aquellos años, nacíamos en las
casas.
Así, presente en esta
vida, a las 6:55, junto a mi madre, mis tías, mi abuela. Luego mi padre, y mis tíos,
que esperarían en el patio de la casa.
Era un 11 de mayo,
vísperas de la Ascensión, cuando arribaba en Sanlúcar, en el Barrio Bajo, en la
calle Luz, en el entonces nº 2, en aquella casa de
vecinos en el centro de la calle, junto a la casa de María Botos y Lola Rios a
un lado, y al otro, la puerta de la tahona de la panadería “San Diego”, de
Manolet, en el Carril del mismo nombre, que de la playa lleva al mismo castillo.
Tenía aquella
habitación el suelo de losas hidráulicas, de tonos grises, jugando sus trazos
con contornos claros y oscuros, simulando una gran alfombra que cubriera el
suelo. La cama era alta, como las de entonces, con sus mesitas de noche, y un
cuadro de la Virgen del Carmen en su cabecera; el armario ropero con dos lunas
biseladas de espejo, una a cada lado y la cómoda con sus grandes y pesados cajones, la gaveta y su losa de marmol. ¡Ah!, y la coqueta aparador, con su luna de espejo ovalada, junto a la ventana.
Dicen que era “un
pepón” –un muñeco de cartón de entonces-, muy hermoso, y fui aquella misma
tarde inscrito en el Libro Parroquial, y bautizado en la Iglesia de Santo
Domingo, como era costumbre, a dos bocacalles de casa.
Han pasado 58 años, de
aquel día, pocos vestigios que quedan se puede entender ahora, al ver la vida
como esta continua metamorfosis, donde todo se transforma y se hace difícil
evocar, salvo a través del recuerdo y las palabras escritas. La vida vivida
cual camino transitado y alejado, mirando hacia el destino, siempre es una
experiencia personal y extraordinaria.
"entonces..."
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