Crisis es
transformación.
Hay una transformación positiva, una crisis buena, y una crisis
mala, destructiva.
¿De qué crisis venimos hablando? De la situación de
vulnerabilidad y desequilibrios económicos y sociales, por unas prácticas sobretodo de gestión
financiera en el ámbito de la banca, de la política… y empresarial; y nada de
local.
Todo esto estaba orquestado a nivel internacional, hablamos por tanto de
la CRISIS DESTRUCTIVA, SÍ LLAMÉMOSLA POR SU NOMBRE, NO NOS ENGAÑEMOS, Y NO POR
HUNDIMIENTO Y ABATIMIENTO, SINO POR PURO Y DURO REALISMO.
La crisis no la
hicieron los socialistas, es cierto. La repercusión de la mala praxis estalló
en un momento, pero el tiempo no fue la causa… la presión de tanto fraude –“Ingeniería
Financiera”, así llamada- actuó cual presa-embalse, mal hecha y soportando tal
tensión/stress que reventó en un momento dado… gobernaban los socialistas… en
España…
Tras el destrozo vienen los análisis y las explicaciones… pero el
estallido ha reventado todo y todo ha quedado destrozado… Ante el colapso
financiero el dinero dejó de circular, todo se contrajo… dejó de regar cual
canalización de agua, sangre, o petróleo, los tejidos de vida y producción. Si
la economía es producción, producción por causa de una demanda y un consumo… y
donde no hay circulación hay necropsia … y por ésta a sajar y extirpar… pero
lo malo es que se está “reparando con fraudes”, con tejidos contaminados…
la ECONOMÍA que se está “reconstruyendo” es de ESTRAPERLO,
no conlleva controles ni legales ni eficientes… en el tejido productivo que se
mantiene sigue siendo un tejido corrupto… Pero es más “los partes médicos”
informan que todo va bien y que la recuperación del “enfermo” será inminente…
puro engaño. Los gestores políticos controlan artificialmente la realidad,
“dándonos capotazos, marcando tiempos” distracción tras distracción,… sin
ninguna solución.
Se observa que en las
empresas se sobrevive y mantiene con fraudes, donde quienes no son técnicos
cualificados certifican documentos oficiales ordenados por los “ordenantes”…
incurriéndose en fraude. Que en la administración pública, esa que garantiza el
cumplimiento de las leyes provenientes de derechos constitucionales, tolera en
ciertos servicios “públicos”, haciendo la vista gorda, desde las instituciones
de gestión y administración de personal, el normal desarrollo, trucando puestos
y administrándolos con extorsión o desidia en su cumplimientos. Y al ocurrir
estos hechos una administración “corrompe a la otra con calla tú lo mío y yo
haré lo mismo contigo”… y así no estamos saliendo de la crisis, no. Así no
podremos salir, porque se ha destruido el tejido sano por otro infecto y sucio.
Hay más pobreza, mas desigualdad, menos garantías… Y el “empleo”, puntal
milagroso de la recuperación, no es el criterio de la subsistencia de la
sociedad y la ciudadanía. Se han abierto brechas tan profundas, que hay
infección generalizada en el organismo, y no hay antibióticos, ni calmantes
para este gangrenado tejido que nos mantiene y sostiene.
En esta situación
cualquier mafioso, o corrupto es capaz de vender esperanzas en un pueblo
corroído por la necesidad y desesperado en sus expectativas. No es bueno, y
quienes nos gobiernan “legítimamente” no muestran “consciencia” de la realidad
existencial de una mayoría que sufre… no en países alejados, sino junto a ti,
en tu mismo espacio…
Y hasta aquí hemos
llegado. Después de haber vivido lo vivido, sabemos que somos capaces, porque
hemos llegado hasta aquí. Construimos el tejido que hasta ahora nos sostenía… y
si el tejido se ha destrozado no es por causa de los artífices sino de los
diseñadores y ejecutores. Quiero que se diferencien, que se secciones las
partes… la ciudadanía tiene que ser y estar convencida, construir una resiliencia
demostrarse que somos suficientes y
eficientes, que con pocos –pero suficientes- medios y muchas ganas. Somos
capaces, como lo fueron nuestros padres de levantar una economía de guerra…
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