viernes, 27 de noviembre de 2015

España sigue siendo un problema a resolver

Conmemorando nuestra Constitución… una Constitución que garantiza la fragmentación social y la desigualdad entre los españoles… España sigue siendo un problema a resolver.

La manía de no llamar a las cosas por su nombre. A tenor del Título II de la actual Constitución de 1978, (¡huy!, ¡no nos vayamos a confundir, translocando números con la del 1789, y rueden cabezas!). Así tenemos una monarquía parlamentaría, como la Dictadura dispuso de su democracia orgánica representativa… De aquí, el Señor real en jefe de su casa, se encasqueta títulos cual plumero de indio siux, (véanse títulos de propiedad, ostentación y ornamento, perteneciente a la “corona”-1-), y extiende también en regalía a su heredero o heredera, otra cadena de lisonjas inflacionadas… (veámos las que les va en juego -2-).

Con esta andanada de nobiliarios títulos, se cargan el principio de igualdad de “todos” (menos ellos) los españoles… El rey no es igual a sus correligionarios del reino… y de ello, del rey para abajo, se constituye la pirámide estamental: un estado nobiliario –Nobleza-, un estado clerical-Clero- y, un “Tercer Estado”, la Burguesía más o menos popular que vulgar, según las pátinas de dinero que pudieran acaparar.

Nuestra sociedad tras la tradición vive en traición, privilegios estamentales y forales, y como detrás de la idiosincrasia y el folklore, sacralizado por las costumbres arcanas y arcaicas, se reclama independencia recurriendo a conflictos históricos, y de este modo, en base a la tradiciones perpetuamos desigualdades, y con la desigualdad, injusticias manifiestas, elementales y básicas… en nombre de una Historia que traiciona nuestra realidad presente.

Como aceite y agua, monarquía y democracia no es posible, al igual que la clerecía, que se inviste de sacralidad, y con ella de privilegios tras cortinas de humos, de incensarios y salpicones de hisopos. Dotados de una Constitución feudal de rancios títulos sobre corruptos cuerpos queriéndonos hacer ver la esencia patria de unas costumbres momificadas.

La identidad de España es más que tradiciones, la identidad de España ha de construirse desde una realidad de justicia e igualdad, de la justicia-igualdad surgirá la legalidad, y de iguales, solidarios, y de solidarios, cooperantes y entonces cohesionados en una diversidad plural que no trampea ni esconde, sisa ni engaña, y de este comportar, dignos y nobles, no por propiedad ni acaparación de títulos, sino por grandeza de alma, unidos frente al destino.

Tomado de Wikipedia:
-1-. Los títulos históricos que corresponde a Su Majestad el rey de España son los siguientes, si bien cuando se trate de Estados de los que actualmente no es soberano se usan bajo la fórmula non præjudicando:
·         Collar Rey de Castilla, de Aragón, de León, de Navarra, de Granada, de Jerusalén, de Toledo, de las Dos Sicilias, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de Los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, de las Islas y Tierra Firme del Mar Océano.


-2-. Los títulos históricos de los herederos de los diferentes reinos hispanos son los de:



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