jueves, 13 de febrero de 2014

Psicología de las partes, Pedagogía del Arte

El melillense Fernando Arrabal, presenta un discurso puesto en una obra dramática, Dalí versus Picasso.


Este acontecer me ha provocado traer a mi memoria parte de mi pasado, años aquellos en los que embelesado por el arte, disfrutaba de los “principios” de los movimientos artísticos. Entre estos dos iconos, Dalí y Picasso, siempre tuve más veneración por el malagueño. La percepción y explicación del cosmos desde el “arte”, resumido al extremo en la trayectoria de Paul Cezáne, pero sobretodo en la nueva interpelación de búsqueda de descomponer los planos para presentar todas las perspectivas de los objetos a la vez… la faz y el antifaz al mismo tiempo. Al transgredir el arte, Picasso, se rebelaba y enarbolaba el deseo de libertad de la España sujeta y lastrada del franquismo.
Ahora, el arte, fugaz y efímero, circunstancial y pasajero, se me ha metabolizado. Aún tengo en casa conmigo un cartel, reproducción tipográfica del “Guernica”, pero ya no me “alimenta”, incluso me duelo que aquel motivo, oculte la destrucción de Málaga y el mayor número de muertos, que provocara la macabra Legión nazi Cóndor, masacrando a la ciudad, más a la población que en estampida, alejándose de las bombas, caían acribillados por las ametralladoras en los arcenes de la carretera hacia Almería.
De aquel ñoño catalán, excéntrico e histriónico, lameculo del dictador gallegoferrolano, antes “ignorado”; con el tiempo no dejo de ver su sarcasmo e ironía, ante una realidad, que deformaba –al igual que Pablo- y de la que de igual modo se reían. En la percepción suprarreal, recuerdo un cuadro de S. Dalí en que nos presenta un cuerpo-mueble, con muchos cajones. Dos percepciones de un mismo hecho... Unos perceptores verán prevalencia en los cajones-compartimentos donde guardar cosas, y otros pueden que lleguen a ver, el mueble, con identidad propia, más allá de la funcionalidad. ¡Pero claro, un “funcionalismo” cohexistente con el nascimiento del surreal-ístico dadaísmodaliniano! Salvador se partía de risa de nosotros cuando nos creímos reír de él... Para la mayoría era un bufón, un payaso; en realidad era un Joker (de Batman) el Dr. Jeckill (de Mr. Hyde) el anverso del reverso, el yang del yin y viceversa…  Hoy con mayor serenidad y conocimientos valoro ambas dualidades y perspectivas

CONCLUSIÓN: Nos vemos a nosotros mismos como un continuo, de capas, que fundimos en nuestra unidad-identidad. Los demás nos ven como esas mismas capas pero desintegradas. Pocos llegan a fundirlas para percibir más allá de esas aparentes imágenes. Aplicamos a las personas el mismo tipo de percepción y análisis que a los objetos. En cierto modo, o más bien, nos objetualizamos. A veces, a nosotros mismos. ¿CÓMO? Cuando nos enfundamos en un coche de alta gama, o en una profesión exclusiva, un poder adquisitivo desmedido,… nos envolvemos de unos revestimientos que pueden confundir, intencionadamente o no, a los otros en esas imagenmascara por esta carcasa que nos embute, y que puede dar pie a embuste. Pero también nos puede a nosotros mismos reflejar una imagen distorsionada y caer cual Narciso en la profundidad de un vacío existencial.


1 comentario:

  1. Este proceso de "saberquiensoy" es como la "gestación" si no se respetan los tiempos (o no dispusiéramos de una "incubadora" a mano) ocasionamos interrupciones que desencadenan "abortos" de personalidad. La formación de la personalidad es "construcción" de nuestra realidad, con trascendencia para toda una vida y su repercusión en su entorno.

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