sábado, 2 de marzo de 2013

benedictos... muchos, tantos,...¡infinitos!


Estimado Benedicto

Entre las cosas que te has dejado en el Palacio Papal del Estado del Vaticano, por cierto situado en aquel monte destinado a cementerio... Y de tal monte evoco-asocio otro, aquel en el que Jesús, con sus discípulos disfrutaron del espectáculo que tanto les conmovió y les enarbolo "ambiciones": <<...construyamos tres "tiendas-capillas", una para ti, otra para Moisés y otra para Elías>>. Y como tal arrebato, dentro del "éxtasis", fue corregida por el Maestro, instruyéndoles que bajaran de las beatíficas y seráficas aspiraciones, y entraran en la realidad para transformarla, "bajando de las nubes".

Una de las cosas, de esas que quedan en "la corte", creo la más significativa o relevante, es la INFALIBILIDAD PAPAL. Desde la tribuna parece, enfáticamente muy importante, pero si falla -y el fallo es freático-, la obediencia y el acatamiento a la norma que la infalibilidad dicta, ¿en que queda?, realmente en lo que has constatado, en el desorden. Dijeras lo que dijeras, empezando por los más próximos, quienes debían seguir "la cadena de mando", como que les importaba una higa (en términos de R. del Valle-Inclán, por ejemplo en "Romances de lobos").

Y otra cosa, en un colectivo, si quieres que se haga algo, hazlo tú mismo, secreto que me lo transmitía un amigo, coronel del ejercito, entendía de "colectivos". Si lo has dejado en manos de un tercero... probablemente quien venga a cubrir tu sede vacante tendrá su sino y sus incondicionales -que le condicionaran- y sus detractores, que irán por deshacer... Y también los que nunca están donde deben estar y los que nunca saben nada -y tampoco hacen-.

Querido Pepe, "vente para Alemania..." si comparamos las recreaciones escénicas de películas, ya de la Roma imperial (por ejemplo las estancias de Comodo en "Gladiator") o de vuestras dependencias... apenas notamos diferencias. Ves por qué se evacuan los residuos en esta pestilente letrina, los más sublimes manjares... terminan abonando los campos "del señor". Y recuerda, no por rezar van a cambiar las cosas.


Pero en fin, Jose, dentro de unos días tendremos "papam", y a tí te recordaremos como un "benedicto" y todo seguirá igual, porque las fuerzas del infierno no podrán con esta Eclesia, y sus santos y sus congregaciones y ordenes, cofradías, hermandades, ¿si no de qué vivirán todos estos BENEDICTOS?



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