Estimado Benedicto
Entre las cosas que te has
dejado en el Palacio Papal del Estado del Vaticano, por cierto situado en aquel
monte destinado a cementerio... Y de tal monte evoco-asocio otro, aquel en el
que Jesús, con sus discípulos disfrutaron del espectáculo que tanto les conmovió y les enarbolo "ambiciones": <<...construyamos tres "tiendas-capillas", una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías>>. Y como tal arrebato, dentro del "éxtasis", fue corregida
por el Maestro, instruyéndoles que bajaran de las beatíficas y seráficas aspiraciones, y entraran
en la realidad para transformarla, "bajando de las nubes".
Una de las cosas, de esas que
quedan en "la corte", creo la más significativa o relevante,
es la INFALIBILIDAD PAPAL. Desde la tribuna parece, enfáticamente muy importante, pero si falla -y el fallo es freático-, la obediencia y el acatamiento a la norma que la
infalibilidad dicta, ¿en que queda?, realmente en lo
que has constatado, en el desorden. Dijeras lo que dijeras, empezando por los más próximos, quienes debían seguir "la cadena de mando", como que les
importaba una higa (en términos de R. del Valle-Inclán, por ejemplo en "Romances de lobos").
Y otra cosa, en un colectivo,
si quieres que se haga algo, hazlo tú mismo, secreto que me lo transmitía
un amigo, coronel del ejercito, entendía de "colectivos".
Si lo has dejado en manos de un tercero... probablemente quien venga a cubrir
tu sede vacante tendrá su sino y sus incondicionales -que le condicionaran- y sus
detractores, que irán por deshacer... Y también los que nunca están donde deben estar y los que
nunca saben nada -y tampoco hacen-.
Querido Pepe, "vente para Alemania..." si
comparamos las recreaciones escénicas de películas, ya de la Roma imperial (por ejemplo las estancias de
Comodo en "Gladiator") o de vuestras dependencias... apenas notamos
diferencias. Ves por qué se evacuan los residuos en
esta pestilente letrina, los más sublimes manjares...
terminan abonando los campos "del señor". Y recuerda, no por
rezar van a cambiar las cosas.
Pero en fin, Jose, dentro de
unos días tendremos "papam", y a tí te recordaremos como un "benedicto" y todo
seguirá igual, porque las fuerzas del
infierno no podrán con esta Eclesia, y sus
santos y sus congregaciones y ordenes, cofradías,
hermandades, ¿si no de qué vivirán todos estos BENEDICTOS?
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