Hoy, nos deja, a tres años de un siglo de vida, D. Santiago J. Carrillo Solares.El sólo se hizo testigo de una España que en la contienda bélica
buscaba la justicia y la hermandad de los hombres y que no cejó hasta sus
últimos años. TRAS LA CONFRONTACIÓN BUSCO LA RECONCILIACIÓN, mediante pactos.
Pactos sí; los hombres de antes sabían pactar, no claudicaban, mantenían su
palabra, contenían el aliento. Él lucho contra unos sublevados, los verdaderos
revolucionarios fueron sino los alzados en armas contra el sistema institucionalizado.
Hay quienes quieren quitar legitimidad a la República por un defecto de forma;
vale lo hubo, pero fueron formas. La sangre y fuego que trajeron los “formalistas
restauradores del orden establecido por Dios y por la Patria” fue bestialmente
mayor. No hay que disculpar ni recriminar, el tiempo lo cura todo. Pero eso sí démosle
descanso eterno a todos, más allá, ya del proceso de transito, en el
que al final todos acabamos.
Los acontecimientos posteriores a sus acciones
dieron otros pasos. Ese dicho de hay un tiempo y un lugar para cada acción,
es irrefutablemente cierto. Él estuvo en los precisos momentos de la Transición
Española, tiempos concretos de mudanza entre el régimen “deificado” de un “Caudillo”
enjaezado de unas usanzas bizarras y anacrónicas hacia otra estructura de
gobierno maquetada por el antiguo régimen pero que amplió e incorporó en su
enjaezamiento, velamen y riostras plurales, insuflando a la nave de nuestro
pueblo de un régimen de gobierno acorde a los nuevos tiempos. Tiempos que
demandan otra vez otra renovación. Vale que con la escasez de medios no está el
barco para muchas reparaciones, pero la madurez conseguida tras la experiencia
en nuestra andadura demanda una nueva oportunidad de reajustes, ya que señores,
precisamente ahora NOS ESTÁN APLICANDO REAJUSTES A LA CONTRA de lo conseguido
en estos 30 años de singladura y derroteo.
Francia va por la quinta república, quizás sea
momento de revisar y reequilibrar la organización territorial, fiscal, estructuras
de servicios de defensa y seguridad, de sanidad, educación e investigación… de nuestras Españas, quizás
convenga superar esas añoranzas de Juntas, Cortes y Plenos de gobiernos más o
menos territoriales y locales, ¡de cuando los años de maríacastaña!… ¿Acaso
no nos hablan de gobiernos tecnócratas para resolver el tema económico?, ¿por
qué no nos dotamos de tecnócratas de sistemas tributarios comunes e iguales
para todos los ciudadanos… ¿Por qué en el actual sistema todos invitan y nadie
paga, en realidad esta es la crisis que padecemos, pedíamos y pedíamos y los “políticos”
concedían y concedían, pero ¡ay, dios, acabose la fiesta y llegó la hora de
pagar! y aquí estamos. El vasco con su pacto fiscal (copia de los
privilegios navarros por su contribución primero al Borbón advenido frente al
primo Carlos, y luego por la fiel colaboración con el bando franquista, en el
presente siglo)
deja dicho que pague el de atrás; el catalán, viéndolas muy cruda, salta ¡yo
como el vasco!, y a este paso nos preguntamos ¡eje!, ¿Quién paga aquí, los mismos?
¿POR QUÉ NO SE HABLA DE LA CONTRIBUCIÓN DE LAS GRANDES
FORTUNAS A SACAR ADELANTE TAMAÑA CRISIS/DEUDA SOBERANA? QUIZÁS, AL CONTRARIO
DE LO QUE PROPONE EL MONARCA –POR LA PARTE QUE LE AFECTA- SEA EL MOMENTO DE
PROPONER LA QUIMERA DE LA IGUALDAD DE
OPORTUNIDADES/RESPONSABILIDADES/CONTRIBUCIÓN A LA CAUSA COMÚN.
Sr. Santiago,
tu
momento se ha cumplido, el nuestro nos espera.
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