La “atlántida social”
El sumergimiento y extinción de los derechos universales del ser humano
Asistimos de modo
imperceptible, es verdad… -pero a poco que pasa el tiempo, cual azucarillo en
agua- por igual se diluye, observando como aquel tejido social de progreso, ya
de antaño -cual agua, anegaba nuestra sociedad y las gentes, sus familias,
alcanzaban a satisfacer unas necesidades básicas solidarias SIN ESFUERZO,
cierto que con algunas dificultades, ¡TAL COMO AÚN SIGUEN OTROS CUANTOS SIN
CUESTIONARSELES…!
SE HABLA DE CRISIS, pero
hace ya tiempo que este cortinaje no tapa tanta miseria, y dejando claro, la
injusticia manifiesta de una desigualdad de trato … demasiada descarada.
La maniobra, descarada, no
de robo, sino de sise… hurto menor, de esos que se castigan con pena tan
mínima, que condescendientes, nosotros, nos dejamos vaciar la carga al colocarla
en otras albardas …
Todos sabemos que en nuestra naturaleza,
toda, todo está en continuo cambio. Cambian los días y las estaciones, y unos
estados naturales suceden a otros.
El cambio es natural, no así la
"transformación", urdida y maquinada. Maquinada y urdida con
premeditación, ocultación y alevosía... e impunidad pretendida, pues los que lo
vienen aplicando, andan a resguardo de sus blindados derechos desiguales. ¿Cómo
romper tal situación? ... tal como ellos lo hacen.
Se supone que las normas que nos
aplican "son para el buen gobierno" de nuestra "nación". Se
presunciona que son objetivas e imparciales, y de sentido común y por ello
fiables y asumibles por igual por todos, para su común cumplimiento. Pero en
cuanto que son arbitrariamente manifiestas y desigualmente tratadas, así,
lógicamente INJUSTAS.
Paso al principio de mi motivo
argumental central, la traición al proyecto europeo, pues tras la colectiva
alucinación de la "construcción europea" fuimos los ciudadanos
entregando, en nombre del progreso, nuestra soberanía... Bruselas ponía condiciones, a cambio de
"obligaciones" canjeables por las que obteníamos una modernización de
nuestras infraestructuras... carreteras, aeropuertos y puertos, ... también,
centros educativos y de seguridad, socio sanitarios y hospitales... Ayudas que hoy son condenas. Todo esto que
se "nos dió" pero lo pagamos nosotros... una vez
"remozados"... pretenden "privatizar"... mediante
"concesiones de explotaciones" por años útiles de aprovechamiento. Hoy somos testigos... así vemos como
nuestros hospitales, con sus cadenas de clientelas adheridas, demandan la
satisfacción de estos servicios con copago o repago... Así, igual, observamos,
de igual modo, las universidades y escuelas superiores... Las industrias
energéticas, nunca anduvieron más gravadas... Donde delegaciones al mando de
sátrapas -denominados consejeros-, administran, más en su provecho que en el de
todos con la pleitesía de los gobernantes... autoritarios...
Antes nos pisaba el cuello una
dictadura militar y ahora una dictadura industrial... Y en el recambio, nuestro
alivio... llegando, ingenuos a creer que el descanso era salvación... Pero
pasado este tiempo vengo a recordar esta situación y compararla con el infantil
cuento de la bruja del bosque-henselygretel, donde dos hermanos, una sociedad,
en busca de El Dorado-casitadechocolate y engatusados por la golosinería fueron/fuimos
"entrando" en la "casitacomúneuropea", donde atrapados,
"engordamos" para satisfacer productos de la BrujaEconomia donde, de
atrapados, prisioneros, y si prisioneros...
¿Cómo evadirnos...? ¡Brexit, consumado! ¿Asistiremos al Frexit o otros
abandonos?...
Ahí está la historia repitiéndose
una y otra vez, y nosotros sin atisbar el desenlace, condenados cuales Sísifos
a dar cumplimiento a esta condena de seguir siendo estúpidos por no aprender...
porque por no saber, nuestra idiotez, por no modificar nuestras conductas,
nuestra condena.
Así, ¡qué gran estulticia cuando a
los tontos idiotizan...!
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